domingo, 25 de mayo de 2008

Rasguños




Sergio y Leonardo eran amigos desde muy chicos, el mismo barrio, las mismas anécdotas y el compartir ídolos e incluso equipo de fútbol eran unos de las tantos motivos para que se gestara entre ellos aquella clase de amistad sin fecha de vencimiento.
María Eugenia llegó en la adolescencia; tenía ojos verdes, la piel muy blanca y el pelo renegrido, era inquieta y muy despierta, poco conciente de su sensualidad que de manera innata, la convertía en la mujer más atractiva del planeta.
Leonardo la conquistó sin saber los gajes del oficio, y Sergio perdió interés entre tanta belleza.
Una fiesta de caras y caretas fue la locación perfecta para reunirlos a los tres, y la excusa de vasos vacíos o primeras borracheras fue la única justificación que salió de la boca de Sergio cuando Leonardo sorprendió a su novia posada sobre los labios de su amigo.
Un par de golpes a la cara, otros vuelven hacia el estómago, una lucha entre dos grandes compañeros de aventura que se enfrentan por orgullo disfrazado de honor.
Eugenia se desespera y en el intento por separarlos, rasguña a uno y a otro.




Efectivamente ninguna mujer se iba a interponer entre ellos.

2 comentarios:

Chino dijo...

Engañar, mentir, timar, burlar, fingir, falsear, equivocar, confundir, enredar, seducir, desorientar, engatusar, defraudar, embaucar, aparentar, traicionar, decepcionar.


Cicatriz que para mi nunca cierra.



:)

Anónimo dijo...

El verdadero amor nunca nos separa de nuestros otros afectos,siempre suma cariño nunca lo resta.No nos obliga a renunciar, mentir u odiar.
Me gusta mucho tu blog.