martes, 10 de junio de 2008

Líbranos del mal. Amén.



Era 1977, las luces de la cuidad eran más tenues y la gente menos confiada.
Jorge sabía que las cosas no andaban bien y una noche entre forcejeos y llanto, sin poder decidir, cambió su tibia cama de la calle Rivadavia por algún lugar que ya no figuraba en cualquier mapa. Era oscuro, de esa clase de oscuridad que se percibe aún con los ojos vendados por un trapo embebido en nafta. El silencio era ausencia de vida, y demasiado ruido, presagio de muerte; rezar no sirve de nada si el Dios que te juzga es tan terrenal como el gusano que se arrastra.
Sin un plan y sin ser conciente del factor suerte, ese día en el que Jorge logró escapar, llevó arrastrando algunos metros parte del alambrado que dividía la voluntad de unos tantos, de la voluntad propia.


Su cicatriz es la libertad hecha carne, una marca de libre expresión.

7 comentarios:

Josefina Noche5Azul dijo...

"...por algún lugar que ya no figuraba en cualquier mapa."

Pensamos que somos libres. Que podemos hablar. Y lo hacemos.

Pasamos muy agudas y filosas. Filosas. Jamás dejaron que habláramo tanto. Tanto, tanto para decir.

Conozco alguien con una cicatriz de libertad. Libertad por la cual no quiso luchar, pero se lo impusieron. El propio enemigo, se la quitó y lo obligó a luchar por ella. Esa cicatriz le ocupa toda la rodilla, como mi cicatriz de la bicicleta. Esa cicatriz es inmensamente mayor que la mía. Yo aprendí, tiempo dps, a andar sin rueditas. Esa persona todabía intenta aprender el perdón a los dementes que le infligieron dolor.


Por tantos... tantos... tantos que lucharon por la libertad que hoy transformamos en libertinaje.
Sepan entender, nunca la perdimos.

YO NO LA QUIERO PERDER!

Paz, Flor! t kiero loca!

Música para todo el cuerpo. dijo...

che flor, la rompen tus textos. la mayoría me gustaron mucho más que este último, pero yo que se, te firmo acá por razones de practicidad.
Me faltó leer 5 creo; ahora pongo la pág en favoritos y la próx los leo.
Un beso, flor, y congratulaciones por tu aguda narración.

Unknown dijo...

Me gusta el enganche que hacés con tu manera de escribir para dejar un suspenso, un remate sutil y muchas veces inesperado.
Besos!

Anónimo dijo...

La libertad es el poder de hacer lo que las leyes permiten. El hombre nace libre y poco importa a donde se va, lleva las esposas de su sociedad y de su vida entera.

Triste eso... Deja tu lado oscuro, y encuentra a la luz de la libertad. Te extrañara al principio, pero te puede gustar.

Jajaja, joder tia ¿cuando encontraremos tu nombre sobre un libro? Vale pasa lo chulo, y sigue asi.

cristina dijo...

SIEMPRE HAY QUE REZAR FLOR !!!!!
No se puede ser tan omnipotente ...
ESOS SEÑORES JAMAS FUERON DIOSES, y si así lo pensas les estas dando gusto ....
Para cada uno de nosotros hay UN PLAN que escapa a los OTROS y a NOSOTROS mismos, o cómo le llamas al "factor suerte". Te lo dice alguien que perdió un primo detras de esa misma alambrada, y hasta hoy nada se sabe de él, salvo que desapareció en el Vesubio ...
Esta tambien es una herida ... que aquellos OTROS me dejaron ... yo misma estuve en peligro, pero es evidente que EL FACTOR SUERTE tenía para mi otra cosa reservada.
Besos Flor

Lorenzo Miquel dijo...

"rezar no sirve de nada si el Dios que te juzga es tan terrenal como el gusano que se arrastra."

Che me encantó esa frase, nada, te lo tenía que decir. Hoy te lo repito si te dignas a ir a la facultad :).

Frutibesos

Anónimo dijo...

Cautivos de la ley somos libres.
Cautivos de nuestros principios somos libres.
Cautivos de la fe en Dios nunca estaremos solos.